Recuperar el territorio a nivel material implica su saneamiento a nivel espiritual o según la Ley de Origen. Para esto se realizan trabajos tradicionales que hacen posible que dichos espacios vuelvan a ser estructuralmente ancestrales. Así se cumplirá con la función tradicional sagrada de la Sierra Nevada representando el goce pleno de nuestra autonomía e identidad cultural.
La recuperación del territorio ancestral, sus áreas y sitios sagrados, es fundamental porque son los espacios autorizados y reglamentados desde el Origen para la prevención, curación y sostenimiento que debemos realizar los cuatro pueblos indígenas para la conservación de la Sierra Nevada lo cual implica un reordenamiento de los usos que dejaron marcados los pobladores no-indígenas en esos territorios, para garantizar el saneamiento, la curación espiritual de sus componentes y la conexión con sus espacios vitales.
Este manejo cuidadoso conlleva años de trabajos culturales que generan además el mejoramiento de las coberturas vegetales, de los suelos, de la regulación de caudales de agua, de reproducción y equilibrio de las cadenas tróficas y en general, de las condiciones ambientales de dichas áreas. Todas ellas pueden ser verificadas con los métodos de la cultura occidental.