Se llama trabajos tradicionales a las prácticas, procedimientos, técnicas y procesos que desarrollan nuestras comunidades en cumplimiento de la Ley de Origen. Hay diversidad de trabajos tradicionales dependiendo de lo que se busca o de la necesidad que hay. Algunos muy sencillos que se hacen día a día de manera individual o en la familia, otros de mucha complejidad bajo la orientación del Mama o autoridad y que son de carácter familiar o colectivo. Todos comparten el mismo sentido de mantener el orden, integralidad y complementariedad entre humanos y naturaleza, garantizar el bienestar de las personas y el equilibrio y la armonía en el territorio.
Todos los trabajos tradicionales incluyen la dimensión física y espiritual de cada elemento de la naturaleza de la misma manera que un ser humano, por eso también se hace referencia a estas prácticas culturales como trabajos espirituales. Tienen el significado de informar, pedir permiso, consultar, sanear, curar, pagar, alimentar, asegurar y registrar aspectos y situaciones del mundo físico con el mundo espiritual.
Se consulta a la Madre espiritual por las acciones que se van a realizar para que ella indique si es o no positivo y qué se debe hacer. Por ejemplo, se consulta si una persona puede hacer un viaje, si es tiempo de una reunión, si se debe hacer socola (preparar la tierra para sembrar), o un camino, o cazar animal de monte, se consultan las enfermedades y cómo curarse. Todas las consultas van acompañadas de un informe claro y completo de lo que se quiere y por qué. A estos informes de lo que se ha pensado, hecho, soñado, imaginado y sentido, los llamamos confesiones a la Madre, que es un proceso de vaciarse la persona o comunidad de cuanto ha acumulado -positivo o negativo- para que la Madre indique qué hacer, qué deudas pagar, qué y cómo sanear, cómo asegurar, dónde ir o con qué alimentar a los Padres y Madres espirituales de la tierra, árboles, animales, agua, piedras, cosechas, enfermedad o asunto que se esté consultando.
Se trabaja conectado a los sitios sagrados -donde habitan y es posible la comunicación con los Padres y Madres espirituales de todo lo que existe-. Hay sitios sagrados para prevenir, curar y pagar por las enfermedades; otros donde deben confesar niños, mujeres, hombres, autoridades; o aquellos para tratar determinados temas, como el arreglo de un problema, sitios para los alimentos, cosechas, animales, o para la conexión con los espacios de gobierno y la toma de decisiones. Se realizan trabajos para asegurase uno mismo, para que no haya peligro o problemas. Se asegura a la familia, la comunidad, los ganados, las cosechas. Este sentido de asegurarse es como poner una cerca espiritual para que no entre lo negativo, las enfermedades. Asegurarse en lo profundo de la Madre misma, es un acto de prevención y protección fundamental.